Fabrica equipos para farmacias que elaboran medicamentos a pequeña y mediana escala. La empresa está a cargo de Juan Pablo Real, Santiago Palma y Emiliano Frenquelli.
 

Tres cordobeses llevan adelante PME, una firma del rubro tecnológico nacida en la ciudad de Córdoba, incubada a mediados del año pasado en la Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

La tecnológica desarrolla equipos automatizados para la elaboración de medicamentos a pequeña y mediana escala, destinados a farmacias de hospitales, industrias farmacéuticas de volúmenes reducidos y farmacias privadas. Este equipamiento facilita que incrementen la cantidad y calidad de los productos personalizados que hacen; solucionan problemas de ajuste de dosis y de excipientes; posibilitan la asociación entre dos o más fármacos en un mismo medicamento; y reducen la inversión y los costos.

PME fabrica cuatro equipos: mezcladora de polvos; homogeinizador multipropósito para preparar pomadas, cremas y alcohol en gel; moldes para supositorios; y equipos de envasado de polvos.

 

Cepa cordobesa

El emprendimiento es enteramente cordobés. Lo encabeza Juan Pablo Real, doctor en química y farmacéutico, cuyo rol es concretar negocios y relacionarse con proveedores. El director científico es Santiago Palma, también doctor en química y farmacéutico, quien se encarga del diseño ingenieril de los equipos. Ambos son investigadores del Conicet y docentes de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC. Además, se desempeña Emiliano Frenquelli, diseñador industrial y responsable de diseñar y armar el equipamiento.

La incubadora donde funciona PME se encuentra en el Parque Científico y Tecnológico de la UNC, en Ciudad Universitaria. Allí los miembros de la empresa fabrican los equipos, cuyos componentes son, en su mayoría, de origen nacional y provistos por firmas locales.

El principal elemento utilizado en la producción industrial es el acero inoxidable. La realización de una soldadura de esta aleación de acero se tercerizó a una empresa local.

PME trabaja a pedido, a requerimiento del cliente y con los materiales que suelen exigir.

El emprendimiento de PME fue elegido en el concurso por su originalidad, impacto y avance de la idea. “Estos fueron los criterios de la evaluación por los que obtuvimos el primer premio, que nos estimuló mucho; teníamos un prototipo definido de lo que queríamos hacer”, destacó Palma.

Acerca de por qué iniciaron la empresa, Palma dijo: “Para muchas patologías es importante personalizar la terapia, ajustar dosis determinadas y elaborar medicamentos que no tengan algunos componentes. No hay equipamiento para pequeña y mediana escala productiva, porque los medicamentos están pensados para grandes volúmenes”, explicó.

En otras palabras, hay farmacias que no pueden acceder a la misma tecnología que los laboratorios y las grandes productoras de medicamentos, en calidad y cantidad. “PME busca acceder a este nicho de mercado, poco explorado”, afirmó.

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